Sigo aquí, por la esperanza apostando
Ciclos cerrando
Luchando para que la pena de las ausencias
no consiga roerme las entrañas
Tratando de resolver la continua dicotomía
entre mi corazón y mi mente
Sin ponerme limites
Sin pedir permiso ni a Dios ni al Diablo
Para fluir como fluyen los ríos y los manantiales
Para perderme en los días grises
en el firmamento cobalto
Para sentir el seductor fuego del Amor
su belleza inmortal que infunde savia
Ajeno a mi y a mis sentimientos
implacable el tiempo sigue sus andares
en el todo inmerso
con su reiterativa arenga
sin libro de reclamaciones
sin pedir disculpas a nadie