Comprendiendo el silencio
tomó el café como una sonámbula
Y suspirando notoriamente
atesoró los recuerdos solo para ella
donde nada ni nadie en el mundo
pudiera alcanzarlos
Como si fuera la primera vez
miró al sol desnudo
la llegada del otoño anunciando
como una ceremonia votiva medieval
Y en ese momento ella se olvidó
donde estaba
Dejando a su alma, amante de los amaneceres
que suspirara sin palabras.