Duerme recuerdo duerme
Hasta volverte piedra
Para no sentir pena de ausencia
Para que la sangre no corra doliente por las venas
Duerme recuerdo duerme
Hasta que las caricias
de la piel prisioneras
se tornen arena
y en el mar se desvanezcan
Hasta que los te quiero
retornen al lecho de la inocencia
Hasta que las vehementes promesas
ávidas por atrapar el horizonte incierto
se muden en átomos pequeños
en abismo cristalino
en fugitivos suspiros del viento
Duerme recuerdo duerme
Hasta volverte piedra