Poco a poco fui intuyendo
que el Amor, seguro, sin miedo
recorría los pasillos de la luna
No lo oía, ni lo veía
Pero tuve la certeza
que por los corredores del firmamento
mirando sin mirar
vagaba despierto
silbando una canción
surcando la quietud del silencio
entre luces y sombras envuelto
sirviendole de cobijo
la luz blanquecina de las estrellas
Y desee fervientemente
poder sincronizar, interactuar con él
Abrazar cada estado de su ser
Hablarle con mi verdad y mi razonamiento
Pues él entiende de renacimientos
Antes que mi alma
en el camino se pierda
en este presente
rígido, entumecido, yerto