viernes, 11 de marzo de 2022

El sonido rítmico.. © Julia Rubiera

 El sonido rítmico de las teclas de la máquina de escribir 

fraguándose en la oscuridad de la noche 

liberando a las letras que por la mente

paseaban enfurecidas 

en cernes de mudarse en elegía 

Me exhortó a darme cuenta 

que ya no soy lo que era antaño

Ahora solo me basta 

en sentir mi piel impregnada

de lozana llovizna 

A frente un café humeante 

intercambiar verbos con el silencio

desvestir el sonido sincopado del tiempo 

para verlo sin aderezos ni atavíos

A paso ligero alejarme 

de las omisiones, de las alharacas

de las mentiras, de los miserables eufemismos 

A buscar en las hojas caídas

en  la insinuante silueta del mar 

la respuesta a mi pregunta 

 ¡¿ Que jodida religión, o zafia política 

convirtió a este mundo 

en un asueto grotesco de artificio ?!