lunes, 17 de marzo de 2025

El expatriado © Julia Rubiera

 Contemplaba el mar con los codos apoyados en la balaustrada 

colmándose todo su ser de nostalgia que le despedazaba las entrañas 

El destierro hacía amago de difuminar sus recuerdos 

de acallar su deje, de aletargar su esperanza 

Levantó la vista y sobre la línea del horizonte 

le pareció distinguir el color verde de su comarca 

volviéndose a sumergir en el oleaje 

El expatriado sacó una foto del bolsillo de la chaqueta 

y se lleva una mano al corazón 

sujetando el tesoro que lleva ahí guardado 

Las lagrimas que rezuman de sus ojos le corren por la cara 

Mientras su alma dolorida se refugia en los recuerdos de su infancia 

Los únicos que por el caciquismo y los ciclos 

no fueron devorados 



miércoles, 5 de febrero de 2025

La lluvia © Julia Rubiera

 Al ritmo de una antiquísima melodía 

la lluvia conocedora de todos los dioses 

del canto del ave soberbio

 que enseña a cantar antes de nacer a sus crías 

bailoteaba sobre mi rostro 

Cargando el aire nocturno de mitológicas alegorías

En cada una de sus gotas, versos en persa, juegos de la ternura

cantos liricos de muchos plenilunios

Haciéndome sentir invadida  

por un aroma indescifrable de libertad 

que enervaba mis sentidos 

Haciendo que me olvidara que el mundo había caído

en la más atroz pasividad 

permitiendo que la grandeza de la libertad fuera humillada 

que acallara su voz, la más cruel de las perfidias 



jueves, 5 de diciembre de 2024

Mejor sin palabras © Alejandro Ledesma

 En la melancolía de la tarde.

Paseo con la pesadumbre de no verte

Pienso en lo lindo que sería tenerte 

Y amarte tan solo 

Pienso en abrazarte fuerte 

Perderme en la beldad de tu rostro

En impregnar todo mi ser de la fantasía de tus ojos

Decir que te Amo sería poco 

Pues es una palabra muy usada por todos

Mejor sin palabras 

Y que mi amor por ti 

Afiligrane todo 



martes, 22 de octubre de 2024

Solo eso @ Julia Rubiera

 Ojalá un día lleguemos a reconocer 

que las historias bellas 

se despliegan en las notas de un bolero 

Que las olas cuando se abrazan a la arena 

impiden que enmudezcan los susurros de los sentimientos 

Que en los ángulos de los ríos 

se van diluyendo los miedos 

Que las bellas alas de mariposas

 acariciando las hojas de los árboles 

intentan que la palabra paz

entre los labios se comprima lentamente 

Ojalá un día lleguemos a reconocer  

que la existencia es un espejismo en el desierto. 

Solo eso



martes, 9 de abril de 2024

Amor con mayúscula © Julia Rubiera

 Amor con mayúscula, corcel indomable con su propia cadencia 

Enlazadas sus grafemas con hilos de plata al presagio de las estrellas 

Amor con mayúscula, que no precisa ser polinizado por las abejas 

Embebida su miel por la parte más intima de la esencia 

Amor, poeta, mago, figura de leyenda

Amor con mayúscula, galán de la muerte 

complementándose mutuamente 

Pues nada nace, que no haya muerto previamente




jueves, 14 de marzo de 2024

La aislada roca ©Julia Rubiera

 Helios miraba la belleza de la aislada roca 

batida por el bramar de las olas 

Escuchándose solamente de fondo 

el canto de las gaviotas 

que habían decidido hacer su aposento en sus escalones 

Para ser testigos del conjuro de amor 

de Poseidón hacia ella 

cuando Helios se funde en el horizonte 

y comienzan a tachonar el cielo las estrellas 

Creando una magia etérea 

Un vinculo vedado a los mortales 

entre lo celestial y lo terreno 



viernes, 9 de febrero de 2024

Las lagrimas © Julia Rubiera

 Me arrodillé junto al mar procelosa, aferrada a la esperanza

que no perdieran la esencia las lagrimas derramadas sobre ella 

de mis antepasados emigrantes 

que imaginando un futuro mejor que su presente 

abandonaron su tierra y su gente

con el único equipaje de sus anhelos, recuerdos y añoranzas 

Clavé la vista en bailoteo ondulante de las olas 

escuchando respetuosamente su cantar 

cuando advertí una gaviota que surcaba el aire

bajo el reflejo azul del cielo 

llevando en el palpitar de sus alas 

las historias de aquellas lagrimas

para una noche colmada de estrellas 

recostarlas sobre la arena 

con el fin de dar testimonio de ellas 

y así sus almas descansen y se alivien de la pena 


Estas humildes letras las escribo en homenaje a mis antepasados emigrantes, que en el silencio de la noche mirando al horizonte soñaban con los ojos abiertos regresar a su tierra amada que llevaban esculpida en el alma.

Volviendo cabizbajos a su lecho con los puños cerrados y las mejillas bañadas de lagrimas.

Queriendo gritar sus corazones ¿Ya para qué ?

Si  sus latidos se habían debilitado de pena al darse cuenta que nunca más volverían a ver a su madre, ni a escuchar el roncón de una gaita, ni el canto a capela de una tonada asturiana 


jueves, 25 de enero de 2024

Toda una proeza © Julia Rubiera

Cuando la melancolía se instala en nuestro día a día 

Cuando hay más debe que haber en el inventario de nuestra vida 

Cuando guardamos los sentimientos en el altillo del armario

para que no sean dañados por la ventisca 

Cuando la mente busca una solución 

y en nuestras pupilas solo se refleja la nada, el vacío 

Es toda una proeza para los sentidos 

luchar para que los aromas y los colores de un nuevo día 

nos sorprendan y nos dibujen en los labios una sonrisa 

Luchar para que nuestra piel no olvide 

que una caricia, cura todas las heridas 

Para que nuestras entrañas no dejen de enternecerse 

al escuchar el llanto de un niño, una palabra de aliento, de cariño 




jueves, 21 de septiembre de 2023

Después de años de esperas © Julia Rubiera

 Después de años de esperas 

volvieron a encontrarse

 fundiéndose ambas en un abrazo 

Engullidos por él, ciclos otoñales 

que avellanan y enmohecen 

Melancolías sin permiso 

Estranguladas desganas

Equívocos enredados en telarañas 

Haciéndolas apreciar 

que para el Amor fraternal

el reloj y el  lunario, solo números marcan



viernes, 31 de marzo de 2023

Dos cajinas de madera © Julia Rubiera

 Sus nietos le habían fabricado tiempo ha

dos cajinas de madera 

Donde el ahora guarda 

la tierna flor de sus quimeras 

Suspiros abonanzados de invierno

prendidos en la túnica anaranjada de Eos 

Palpitantes aromas de primavera 

fecundando la recia  matriz de la antiquísima Madre Tierra 

Colores de atardeceres otoñales 

reflejándose sobre antediluvianas cristaleras  

Melodías de verano lamiendo las olas del mar 

Cuando la luz del día pende de un cordoncillo de seda 

el abuelo abre las cajinas 

para que la vida le pese menos

Para que las palabras vacías y las ausencias 

no lo hagan morir lentamente por dentro 

Para sobreponerse a lo absurdo de la existencia